Escuela veneciana; c. 1600.

Escuela veneciana; c. 1600.
“Retrato de Marco Molino procurador de San Marcos”.
Óleo sobre lienzo.
Presenta faltas, daños provocados por xilófagos y restauraciones en el marco.
Medidas: 121 x 96 cm; 136 x 112 cm (marco).
Retrato masculino donde el personaje protagonista se encuentra de pie frente al espectador, girado levemente en tres cuartos como es habitual en los retratos oficiales, ya que dicho gesto que aporta cierta tridimensionalidad a la pieza. El retratado viste la ropa de procurador de Venecia, toga de terciopelo color vino de gran amplitud con ribetes de armiño en las mangas y el exterior de la solapa. El protagonista sostiene en una de sus manos un guante, indicando así su elevado estatus social y su personalidad de condición noble. En la zona izquierda de la imagen se aprecia una inscripción donde el artista presenta al protagonista “Marco Molino” y su cargo, Procurador de San Marcos, el puesto vitalicio más prestigioso de la República de Venecia después del Dux. El consejo estaba formado por nueve procuradores, quienes se encargaban de la administración de los distintos distritos de la ciudad. Tanto la temática como la composición de esta obra nos acercan a la pintura realizada por Tintoretto (Venecia, 1518-1594) hacía, 1580. En esta obra citada que se encuentra en la colección del Kunsthistorisches Museum, protagonista es Marco Grimani, quien presenta las mismas vestiduras y disposición que el protagonista de nuestra obra. Tintoretto, realizó varias obras protagonizadas por procuradores como por ejemplo el Retrato de Jacopo Soranzo, 1550, ubicado en la colección de Galería de la Academia de Venecia y el Retrato del procurador Alessandro Gritti 1581-1582 en el Museu Nacional d'Art de Catalunya.
La pincelada vigorosa y el color de la obra nos indican que se trata de una pieza de la escuela veneciana. Considerada como una escuela que dio primacía de color sobre la línea, la tradición de dicha escuela en contraste con el Manierismo prevalente en el resto de Italia. El estilo veneciano ejerció una gran influencia sobre el posterior desarrollo de la pintura occidental. El retrato fue uno de sus géneros predilectos de la escuela. Llegando a desarrollar patrones estéticos y formales que partían del perfil tipo Bellini y Pisanello seguiendo la pose tres cuartos de perfil de Antonello y la frontalidad del periodo del esplendor, que comienza con la devoción a la belleza de Giorgione y Vincenzo Catena. Siendo posteriormente Tiziano quien, partiendo de las características ya mencionadas, establece un modelo consolidado del retrato de corte. Cabe citar que durante el siglo XVII eran frecuentes las copias de retratos reales, encargadas para ser ubicadas en palacios de aristócratas y prelados de importancia.