Díscipulo de Orazio Gentileschi

Discípulo de ORAZIO GENTILESCHI (Pisa; 1563-Londres; 1639).
“San Francisco”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Medidas: 64 x 53 cm; 76,5 x 66 cm (marco).
Nos encontramos frente a un lienzo devocional en el que se representa el episodio en el cual San Francisco, hallándose retirado en el monte, tuvo una visión en la que se le apareció Cristo, de cuyas llagas surgieron rayos que causaron al santo estigmas en las manos y en los pies, aunque en este caso solo se aprecia la llaga del pie. La escena se sitúa en primer término, con el santo de pie con un forzado contraposto que genera una visión de gran teatralidad. San Francisco está, como es habitual, vestido con el sayal de los franciscanos, que es el único atributo que utiliza el artista para identificarle. El autor no ha representado la aparición de Cristo, conteniendo toda la emoción en el gesto corporal y facial del santo, quien abre su boca en actitud de asombro. Es interesante señalar dicha característica ya que la sola presencia del santo ayuda a empatizar con el espectador.
Estéticamente la obra se acerca a la pintura de Orazio Lomi Gentileschi pintor italiano nacido en Toscana. Comenzó su carrera en Roma, pintando en un estilo manierista. Gran parte de sus primeros trabajos en Roma fueron de carácter colaborativo. Pintó las figuras de los paisajes de Agostino Tassi en el palacio Rospigliosi, y posiblemente en el gran salón del palacio del Quirinal. Después de 1600, recibió la influencia del estilo más naturalista de Caravaggio y comenzó a poseer encargos en Fabriano y Génova antes de trasladarse a París, a la corte de María de Médicis. Permaneció allí dos años, pero sólo se ha identificado un cuadro de su estancia, una figura alegórica de la Felicidad Pública, pintada para el Palacio de Luxemburgo, y ahora en la colección del Louvre. En 1626, Gentileschi, acompañado de sus tres hijos abandonó Francia para trasladarse a Inglaterra, donde entró a formar parte de la casa del primer ministro del rey, Jorge Villiers, primer duque de Buckingham. Fue uno de los artistas favoritos de la reina Enriqueta María, para quien realizó las pinturas del techo de la Queen's House de Greenwich. Las pinturas de su periodo inglés son más elegantes, artificiales y sobrias que sus obras anteriores. Incluyen dos versiones de El hallazgo de Moisés (1633), una de las cuales fue enviada a Felipe IV de España; antes se suponía que había sido un regalo de Carlos I, pero ahora se sabe que fue enviada por iniciativa propia de Gentileschi.