Escuela granadina; segunda mitad del s. XVII.

Escuela granadina; segunda mitad del siglo XVII.
“Virgen de Rosario”.
Óleo sobre lienzo.
Presenta leves faltas sobre la superficie pictórica.
Medidas: 63 x 50 cm.
Esta pintura se inspira en la "Virgen del Rosario" de Alonso Cano, pintada hacia 1665 y ubicada en la Catedral de Málaga. En un cielo de textura dorada y vaporosa, destacan las figuras situadas a gran tamaño en primer término. María, vestida con una túnica rojiza y un manto azul que se desliza por sus brazos, sostiene en su regazo al Niño Jesús. Éste tiene un rosario en su mano izquierda. Cuatro querubines, trabajados en variados escorzos, flotan en torno a la nube que mantiene al grupo en condición etérea. El cuadro, tanto en composición como en factura, trae a la mente la “Virgen del Rosario” de Alonso Cano. Concretamente, se inspira en la parte superior del cuadro, obviando la representación del grupo de santos que el maestro granadino colocó en la parte inferior. Además, no pretende ser fiel al original (véanse variaciones en posturas, gestos y atributos), pero sí ser fiel al espíritu creativo de Cano, una de las figuras más destacadas del barroco andaluz.El siglo XVII supone en la escuela andaluza la llegada del barroco, con el triunfo del naturalismo frente al idealismo manierista, una factura suelta y otras muchas libertades estéticas. En este momento la escuela alcanza su mayor esplendor, tanto por la calidad de las obras como por el rango primordial de la pintura barroca hispalense. Así, durante la transición al barroco encontramos a Juan del Castillo, Antonio Mohedano y Francisco Herrera el Viejo, en cuyas obras se manifiesta ya la pincelada rápida y el crudo realismo del estilo, y Juan de Roelas, introductor del colorismo veneciano. A mediados de la centuria se produce la plenitud del periodo, con figuras como Zurbarán, un joven Alonso Cano y Velázquez. Finalmente, en el último tercio del siglo encontramos a Murillo y Valdés Leal, fundadores en 1660 de una Academia donde se formarán muchos de los pintores activos durante el primer cuarto del siglo XVIII, como es el caso de Meneses Osorio, Sebastián Gómez, Lucas Valdés y otros.