Atribuidos a Attilio Simonetti

Atribuidos a ATTILIO SIMONETTI (Roma, 1843- 1925).
“Desnudo masculino” y “Mariano Fortuny”.
Carboncillo sobre papel.
Presentan desperfectos y roturas.
Firmados.
Medidas: 60 x 45 cm; 58 x 37 cm (papel); 67 x 52 cm (paspartú).
Hijo de Francesco, platero y cincelador romano, y de Carolina Raffaelli, miembro de una conocida familia de mosaiquistas, entre sus antepasados figuran Giacomo Raffaelli, cuya reproducción en mosaico de la Última Cena de Leonardo da Vinci, realizada en 1818, fue reclamada por el emperador Francisco I de Austria y colocada en la iglesia de los Minoritas de Viena, y su hijo Vincenzo Raffaelli, mosaiquista. Desde muy joven mostró un gran interés por la pintura y el dibujo, lo que le hizo ser conocido y apreciado por Marià Fortuny i Marsal, de quien fue discípulo y amigo. El pintor perugino Nicola Ortis aconsejó a sus padres que iniciaran al entonces joven de 16 años en los estudios artísticos. En 1868, Simonetti expone dos obras en la Academia de Brera, Interno di cucina a Trastevere y Portone a via dei Carbonari. En la Exposición Nacional de Bellas Artes de Nápoles de 1877 presentó un par de cuadros, El heraldo y El tamborilero, que fueron adquiridos por el príncipe Umberto, que pocos meses después se convertiría en rey de Italia con el nombre de Umberto I. En Nápoles, durante uno de sus numerosos viajes con Mariano Fortuny, conoció y entabló amistad con Filippo Palizzi, quien más tarde, en 1877, le invitó a exponer sus obras en la ciudad de Campania. En 1875, fue uno de los fundadores de la Asociación de Acuarelistas Romanos, en la que participó activamente hasta 1883. También en 1883, presentó el cuadro Gioie Materne en la inauguración del Palazzo delle Esposizioni de Roma. Fue albacea testamentario para la venta de los objetos coleccionados por Marià Fortuny durante sus viajes, y así comenzó a ocuparse cada vez más de antigüedades, con especial atención al arte antiguo.